Leo en The Sun un reportaje muy interesante. Estoy seguro que durante las próximas semanas se escribirá por aquí  bastante sobre este tema.  Resumiendo, lo que nos dice el artículo es que los supermercados podrían indicarte si tu compra es saludable o no , imprimiendo un aviso en forma de semáforo en tu recibo.
Estos recibos indicarán el total de calorías, azúcar, grasa y sal que va en tu compra.

En otras palabras, es un paso más en la “purificación” de los hábitos de consumo y de cómo los retailers deben ser adroctrinantes en este aspecto. Si quieren mi opinión, yo también creo que en el futuro muy próximo los supermercados calificarán cómo son de sanas tus compras. El objetivo es que los consumidores puedan planificar compras más sanas en el futuro. Ya hablé de esto hace unos meses en el artículo sobre tendencias consumo 2017 en supermercados.

Aquí pueden ver las fotos de esos modelos de recibos, en el artículo de The Sun:

https://www.thesun.co.uk/living/3981712/supermarkets-could-judge-how-healthy-your-shopping-is-by-printing-a-traffic-light-warning-on-your-receipt/

Habrá quienes vean en esta noticia una forma más de intrusismo. Y habrá quienes piensen que el papel de un distribuidor no es el de ser el vigilante del consumo responsable de sus clientes. Pero yo creo que es una gran noticia. En una era donde el prosumer (el consumidor hiper- conectado-informado) es bueno que tenga este tipo de información. Qué sea luego él el que decida.

Alguno de ustedes dirán que de alguna forma, esta información ya está en el packaging, pero desde mi punto de vista, esto sólo se trata de información complementaria. Hay estudios que demuestran que los consumidores apenas dedicamos tiempo a chequear las etiquetas (y no les cuento cuando la información es sobreinformación, entonces desertamos a los pocos segundos). Personalmente me gusta este sistema muy visual y sencillo de los semáforos.

Manejo bastantes informes y estudios al respecto, y les aseguro que aquí y en muchos países, la  mayoría de los consumidores sienten que la información que aparece en los envases es contradictoria  y les hace dudar de las decisiones de compra que toman. Y por ejemplo, los  consumidores son  mucho más propensos a creer que un producto fresco es siempre más saludable que los enlatados y o que un producto fresco en la mayoría de los casos es más saludable que un congelado. Y por supuesto hay la idea general que lo sano es caro, de tal modo que si un producto cuesta 10€, inmediatamente creemos que es más saludable de uno idéntico que cuesta 5 euros.

Es necesario este tipo de iniciativas para informar a los clientes del retail .  Les voy a dar unos datos que son necesarios conocer. Sucede que vivimos en un país donde el 25% de la población española tiene problemas de sobrepeso, o directamente es obesa, según el útimo estudio al respecto de la OMS. El Estudio Enalia elaborado recientemente por el departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid nos informa de que 9 de cada 10 niños y adolescentes españoles superan la ingesta diaria de grasas saturadas recomendadas.
Y es necesario que los retailers no escatimen esfuerzos en eregirse partisanos de esta causa. Y no solo de ésta. Debemos edificar nuestras estrategias desde una nueva óptica que favorezca el consumo responsable de nuestros clientes, que compren lo que realmente necesiten, y que sus compras favorezcan el medio ambiente y la igualdad social. Puede sonar bucólico, pero es necesario. Y los retailers necesitamos cambiar muchas políticas que tenemos de marketing. Y debemos informar a nuestros consumidores del impacto mediambiental y para nuestra salud de los productos que compramos.
Hablar de comida saludable como una tendencia de futuro, es como no decirles nada. Solo hay que asomarse a los supermercados de hoy en día, y pensar en cómo eran los lineales hace apenas un par de años. O como grandes retailes abren formatos de tiendas exclusivamente con comida saludable (me viene a la cabeza el magnifico modelo de tienda de Carrefour Bio). No es tendencia, es el único futuro posible.

Los supermercados & Hipermercados están aumentado la presencia de lo “sano” en la en la experiencia de compra de sus  clientes.

Por ejemplo hay casos como MARSH SUPERMARKETS, que ha calificado a en las etiquetas de todos los productos que vende su “salubilidad” (el sistema de llama Guiding Stars.

O vemos casos innovadores como el de Guinnes. A partir de este mes todas las latas de medio litro de cerveza que se vendan en Irlanda portarán una etiqueta donde, más allá de informar de su contenido alcohólico, se aportará información nutricional.

 

Además se incluirá recordatorios como que no se debe beber si se conduce o si se está embarazada.  Este nuevo etiquetado nace de un programa “Diageo Consumer Information Standards (DCIS)” . Mediante este programa se investigó  a  1500 consumidores de todo el mundo, de tal modo que nacieron estas etiquetas que aseguraban mejor que los consumidores iban a recibir la información que querían recibir y de una forma mucho más clara.
Y les adelanto otras cosas que vendrán y sucederán, desde mi punto de vista:
1. Programas de fidelización, o de membresías: Cada vez más se premiará a los clientes que compren comida saludable o artículos respetuosos con el medio ambiente.
2. Los retailers cada vez serán más claros en sus mensajes
3. En los supermercados veremos muchos nutricionistas (los pioneros fueron los supermercados norteamericanos, por ejemplo Hy-Vee, muy desconocido por aquí, pero a quién deberíamos seguir. Tiene más de 200 dietistas que asesoran a los clientes; proveen a sus clientes exámenes biométricos, asesoramiento, clases de cocina, giras de supermercados, demostraciones culinarias e cursos de nutrición. Quieren un programa de fidelización para el futuro, observen a Hy-Vee . Y podría darles decenas de otros buenos casos)

Ver vídeo:     http://lohud.us/2dRflOS

Como experto en retail disruptivo, llevo tiempo analizando este fenómeno del aumento del intereses en lo saludable por parte del consumidor occidental.

Y no descarten que de la misma forma que la parafarmacia entro en los supermercados, terminen entrando servicios de revisiones médicas gratuitos, generalmente vía servicios de membresía, servicio gratuito por ser cliente en clínicas asociadas, o bien con revisiones puntuales a pie de tienda. Ya hay retailers en Estados Unidos que están haciéndolos. Un ejemplo es Walmart y su reciente acuerdo con Quest Diagnostics (aunque es verdad que el escenario comercial nortemericano en este terreno es distinto al de Europa, pues ahí los medicamentos con receta se pueden comprar en las farmacias integradas dentro de los supermercados)
Veremos como los grandes retailers de la distribución de alimentación, incluyen en sus programas de fidelización por ejemplo cursos que aleccionen a los hijos de sus clientes sobre el  ejercicio y la nutrición a través de programas en tiendas, escuelas y centros comunitarios.  Actualmente hay algún retail que ha hecho algo de esto en sus tiendas en España, pero me refiero a algo mucho más continuado y de mucho más alcance.

4. Los Gen Z cada vez darán más valor a las ofertas saludables
5. Las leyes cada vez serán más estrictas al respecto y retailers lejos de luchar contra ello, abanderarán esta cruzada en pro de lo saludable. El último ejemplo fue el impuesto sobre bebidas azucaradas que impuso la Generalidad de Cataluña a las bebidas azucaradas, bebidas de néctar de frutas, bebidas deportivas, bebidas de té y café, bebidas energéticas, leches endulzadas, bebidas alternativas de la leche, batidos y bebidas de leche con zumo de fruta..etc . El Gobierno del Reino Unido publicaba un proyecto de ley del que nacerá un impuesto sobre las bebidas azucaradas, a aplicar a partir de abril de 2018. En la Cámara de Lores ya no se culpa a la genética anglosajona, se estigmatiza a las marcas que damnifican a sus compatriotas. Londres no está sola. Más de 15 países ya han aprobado en sus parlamentos impuestos para penalizar el consumo de bebidas azucaradas. Corren tiempos difíciles para el azúcar. Según la OMS, 600 millones de personas sufren obesidad y 1.900 millones de adultos más, tienen sobrepeso. Es sencillo: se trata de una pandemia global. La OMS nos revela que una forma de frenar este colosal problema es que los países industrializados introduzcan impuestos sobre las bebidas azucaradas. Se trata de una declaración de guerra sin máscaras: nos dice que el impuesto debe ser del 20% y que el objetivo es claro: qué se desplome el consumo.
Nunca con tanta intensidad como ahora, los gobiernos han decidido evangelizar a sus gobernados: lo sano os hará mejores, más felices, y de paso nos ahorrará ciclópeas cantidades de dinero.
De repente ,parece que brota un deseo de regular contra lo insalubre. Pero lo sano lleva tiempo estando de moda. En Usa, en Europa, en el primer mundo.
PepsiCo hace poco presentó su Agenda de sostenibilidad 2025. Una revolución en el sector. Sinopsis: la multinacional de bebidas y aperitivos se autoimpone como objetivos forzosos transformar su portafolio de alimentos y bebidas y ofrecer opciones más saludables y con menos impacto ambiental.
Cocacola responde ante el comunicado de su perpetuo rival y proclama que ellos también están concienciados con el problema, que seguirán reduciendo los niveles de azúcar de sus bebidas. El titular de los periódicos es sentencia: Coca-Cola reducirá el azúcar de sus bebidas un 12% hasta 2020. Hemos reducido un 36% el contenido de azúcar de nuestros productos desde 2000, arguyen. Y arrojan sobre la mesa el dato de que sus líneas Light y Zero ya encarnan el 37% de las ventas.

Pero para hallar la solución que nos socorrerá de este aciago problema no solo basta con batallar contra el consumo de azúcar, la comida rápida también está en el punto de mira. Los retailers del sector lo saben. McDonals nos revela a todos su alma hípster y en la última Cumbre sobre el cambio climático anuncia que en los dos próximos años usará pollos sin antibióticos y leche sin hormonas, y que para el 2025 todos sus huevos procederán de gallinas no enjauladas. Y semanas después llega una noticia histórica: McDonals ha introducido carne fresca a su menú. Estas hamburguesas de carne fresca estarán disponibles en restaurantes en USA el próximo año. Y las acciones de McDonals se disparan al volverse más saludable…
Los retailers y las marcas lo saben: lo sano es la tendencia.  Mercadona  está quitando de sus lineales mucha carne procesada y alimentos con muchas grasas a la vez que van llegando, cada vez con más intensidad, a sus lineales productos veganos y ‘fitness’. Tesco anunció que recorta el 20% de contenido de azúcar de su marca propia de bebidas. Nestlé informó que ha descubierto como reducir hasta un 40% la cantidad de azúcar en el chocolate en algunos de sus productos. Y todo ello sin cambiar el sabor de los productos existentes. Sus científicos han desarrollado un método para modificar la estructura del azúcar y utilizar menos para hacer chocolate. La materialización del viejo sueño de los nutricionistas: igual sabor, más sano.

¿Va a permitir la industria y en concreto las marcas que salgan estos semáforos en los recibos?
Mi respuesta es que no van a tener más remedio, y terminarán aceptando este tipo de comunicación a los clientes o otras parecidas. De la misma forma que las marcas del tabaco lo tuvieron que aceptar. Las legislaciones van a ser muy estrictas al respecto. En los últimos meses decenas de ciudades y estados han establecidos impuestos al azúcar, en la línea de los impuestos al alcohol y el tabaco. Y la industria sabe que tiene que adaptarse: las grandes marcas ya están haciendo movimientos claros para “reconvertir en saludable su oferta”. Un ejemplo que es el que antes indicaba de Cocacola y Pepsico . Deben saber que entre las dos marcas consumen aproximadamente el 25% del azúcar comercializado del mundo. Y ambas se han auto exigido recortar el azúcar claramente de sus productos

Coca-Cola  ya ha anunciado que tiene 200 reformulaciones de productos en curso para bajar drásticamente el contenido de azúcar de sus productos.

 

Autor: LAUREANO TURIENZO:

Ver presentación:              Laureano turienzo PRESENTACIÓN MARZO-JUNIO 2017 PDF

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